martes, 29 de noviembre de 2016

Niño





Que triste ser niño, que triste ser niño... condenado a lucha, solucionandose sus propios problemas. Condenado, condenado a vivir el presente, sin pasado, sin futuro, sin pensar. La consciencia atrapada en la sensualidad agreste de una paz efímera de espejos alterados. Que triste ser hombre, haber crecido con el destino salvaje del orgullo efímero y traicionero de un antiguo flagelo.

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